ESPÍRITUS EN "LA RIBERA"

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Estaba en la fiesta del vino de Berisso , en julio de 2011, compartiendo el puesto de los escritores con otros colegas. Eran cereca de las 18:30 horas del sábado por la tarde. Cada vez más gente circulaba por el lugar. Las ventas eran todo un éxito.

Entre la multitud , de pronto descubrí a mi hermana que se acercaba conversndo con otras dos señoras. Nos saludamos. Nelly me dijo que una de sus acompañantes, María Emma Albide, tenái algo muy interesante para contarme. A pesar del continuo murmullo que nos rodeaba y de unperro de la calle que me reconoció como una de las personas que cada vez que me cruzo con él, le brindo buenos tartos y comidas,presté atención a las palabras de al señora.  El can, entretanto, comenzó a saltar de alegría, moviendo su colita efusivamente y apoyando sus patas delanteras sobre algunos de los libros que estaban en exposición. Tuve que estar atento a que no dañara ningún ejemplar, mientars lo acariciaba y escuchaba con creciente interés el relato.

Sucedió un viernes a latarde en el Centro Cultural La Ribera ,s ituado frente al canal de la calle Carlos Gardel. La mujer me contó con profunda inquietud y lágrimas en esu sojos verdes claros, que al ingresar por primera  y hasta ahora única vez, en la casa, sintió que l invadía una energía muy especial, como si los espíritus de las personas que la habitaron, siguieran existiendo dentro del lugar  en otro plano. Fue así qu epercibiño de ellos, sensaciones que conmovieron su alma, en particular, provenientes de la habitación que da al frente , que le transmitió, además de singular emoción. una agardable música. ese mismo día, a la primera persona que le confesó tales extrañas percepciones, fue a mi hermana. (...)