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EL REY QUE FUE A CAZAR UN ELEFANTE

En un país muy lejano, había un rey que vivía preocupado porque sus hijos no eran lo felices que él había deseado que fueran.

Como eran ricos y no tenían que trabajar, ocupaban su tiempo en diversiones y haciendo travesuras como si fueran niños.

El rey, cansando y decepcionado de su familia, aceptó la invitación que le hiciera otro rey amigo, de un país muy pobre en materiales, pero exuberante en vegetación y animales.

Cuando llegó fue llevado, como es costumbre a toda visita importante, a una cacería en donde los tigres, elefantes y antílopes eran las pricipales presas.

En un momento de la cacería, con el arma en las manos, el rey le apuntó a un elefante, que lo miró a los ojos al monarca.

El elefante que era el guía de una manada numerosa, a la que guiaba hacia el sur, en busca de agua y alimentos, le pedía a ese rey. con su mirada, que tuviera compasión, que le perdonara la vida, por ser el responsable de su familia.

El monarca no entendió el mensaje y disparó el animal. El elefante cayó muerto inmediatamente. En ese momento, lleno de furia, el suelo de la selva tembló, provocando la caída del rey, que  se fracturó la cadera.

A partir de ese acontecimeinto, ese rey cayó en desgracia. Nunca se recuperó de suy fractura, perdió el cariño de sus súbditos y sus hijos se lejaron de su vida.

En la selva, otros elefantes guiaron la manada a buen destino. Sabían que las balas no dejarían de presentarse, mientras hubiera humanos. (...)

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