top of page

 Apresuradamente su caminar, Duñka iba caminando a la fábrica; era muy cerca de donde vivía. Media hora antes había  llegado Petya; él trabajaba de noche y seguro que ya dormía después del pesado  trabajo. La cama tibia siempre lista y la Nueva York ya repleta de gente tan  temprano. Apenas cuatro meses atrás, habían salido de su patria, tan  fría en ese momento. La pobreza y el hambre los castigaba duramente; vivían en la casa de los padres de Duñka, con su pequeña hija de año y medio, aún amamantada por su madre (...)

  • Twitter Clean
  • Facebook Clean
  • White Instagram Icon
  • SoundCloud Clean

© 2023 by Tyler Reece. Proudly created with Wix.com

74392402_2536819959731076_43851797640427

                LA CARNE ES DE CRISTA

             Para  leer pulsar sobre el PDF

Screenshot_2021-03-30-23-21-16.png
bottom of page