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MIS DÍAS Y YO

A veces, 

los lunes,

jueves

sábados, 

cuando salgo

me visto

de

lluvia.,

con una regadera

pequeña

de

agua azul

en la mano

izquierda.

La gente 

se

cree

que estoy 

llorando.

muchas tardes

vuelves a mí

porque ya eres

uno de los muertos

que me habitan

y pueblan mi silencio

con tu soledad sonora.

MI CASA Y MIS VOCES

Todavía quedan,

   aquí,

en mi pueblo,

algunas casas viejas

    abandonadas

con tapias de madreselvas

que crecen entrelazadas,

con glorietas derruidas

   en donde

 aún florecen

   las rosas

de color rosa pálido,

alguna que otra

retama en flor,

un pequeño monte

de flor de caña

y un enorme sauce

con muchas arrugas

ya en su tronco,

rodeado de pastos

  y malezas.

Un candado oxidado

traba el portón de entrda,

apenas se distinguen

los brillantes mosaicos

 de otros  tiempos.

¿Recordarán sus paredes

   de madera,

 a la abuela

 contando

su larga trvesía

por alta mar?

¿Quedarán dentro

de las habitaciones

  grabadas

las voces cantarinas

que ayer las poblaron?

¿Alguien guardará

 la imagen del dueño

 de casa

volciendo al atardecer

 de sus rudas faenas?

Nada queda ya

de la huerta familiar

donde convicían el perejil

junto a la albahaca florida.

Todo es soledad

y abandono

y las nubes grises

 de este mes de abril

acentúan más la soledad

y la tristeza,

¿Qué sucederá

dentro de pocos años

con esta casa

que hoy habito

y que todavía pueblan las voces de los

que hasta ayer

fueronmíos?

Seguirá llegando

el cartero

trayendo las cartas

que siempre aguardo

y que me traen alegrías

de amigos lejanos.

No sé  si es  conveniente

pensar.

También todo me dice

que la luz me aguardará

 en vano

y nuevas gentes

habitarán y caminarán

sobre mi calle

y como siempre

el sol iluminará

el jardín florido

y las parras que mis mayores

plantaron.

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