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 MI LUGAR

Aunque platense mi cuna,

planté en Berisso el árbol de mi vida.

Un retoño nació en la pródiga ciudad

en que grillos y pájaros cantan

historias de guerra que dejaron sus dolores

para tomar un ciudad encendida, hospitalaria.

Hoy recorremos ejemplos de abuelos

con sus cantarinas fábulas en múltiples lenguas

que se hiceron una.

Por eso elegí este lugar para plantar ese árbol.

Me retoño dio frutos de honestidad y voluntad,

y todo el amor, alimento indispensable para el hombre.

PEQUEÑO MUNDO

desnudo mi alma

en las estrías de tu tierra

buscando las partículas

 de tu cuerpo.

Encuentro en el estanque

de los sapos,la mirada de tristeza

que agoniza ausencias.

Me devoro a mi misma

sin poder parir, nuevamente

tu existencia

y me abrazan las muchedumbres

con cantos de zorzales, la 

liturgia de cada mañana.

Despierto, a la orilla de tu

río, con caricias de sauces

y dolor de secas ramas

en los recuerdos.

Te esperaré, en el hueco

de mi mano, como paloma

mensajera,

 anillada a mi vida.

Ante la luz de las estrellas

serán tus huellas afines

a la tierra húmeda.

En la infinita noche inerte,

de mariposas robadas

con voluntad de ausencia.

Es amor.

es compana.

Es requiem.

Es el eclipse de mis horas

eternas, esperando el sol

de cada mañana.

Con recuerdos, de hacheros

talando los montes,

de uvas maduras,

de ciruelas rojizas de

amor,

y canto en los senderos

cultivando las flores

 que has dejado en mi alma

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