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 I

   Apurada de lluvia la semana fuma su sombra en la espalda menos besada de la nube. El piano de la vereda canta su perfil en la paciencia del agua.  En la boca de  tormenta la saliva de la tristeza busca la ceniza de su piel.

No se puede dormir en la cruz de la siesta cuando los clavos de la tinta piensan el otoño.

Los perros mastican las últimas hilachas de la tarde. La garganta de la noche carraspea en los faroles tísicos del boulevard.

Es un jueves de árboles heridos de primavera; es el eco de una chimenea buscando el incienso en la luna prestada del viento. Y en el humo de una espera mal quemada, las ganas de verte ensayan todos los fuegos del abrazo..

((de PERDIDO EN FEBRERO-2015)

PENSANDO EN BERISSO

 

 

El calor camina descalzo por los techos del barrio.

El fresno maquilla la tarde como un temblor de hoja prematura.

En la tierra incierta de tus manos también habita mi perfume, como una sentencia que se busca entre paréntesis.

Un candado de papel recorta el alba de todas las puertas.

Si mis papeles no hablaran perdería sentido todo encuentro.

Somos huecos solitarios, ángeles que trepan por la transparencia hasta que encontramos una voz de sombra. Entonces el reloj ríe su nombre de estrella inalcanzable y no podemos explicar la noche en una única soledad. El tarot no halla su destino y de tanta espera, el árbol, empezó a madrugar sus frutos.

El juego de la vida sueña en la infancia del crepúsculo. Simulo dormir en las extravagancias de la vigilia.

En el mapa de la habitación la puerta busca su disfraz en el espejo. Y en un rincón, donde se puede corregir el olvido, la copia de la despedida aguarda un rostro que sabe tu nombre.

En este cuarto de borrosas telarañas, la vida y el recuerdo se turnan en nosotros. En este lugar, donde pensarte da cuenta de mi existencia, fabrico abismos de aire,  y trepo por un lugar que se equivoca cuando imita a la luna.

En este sitio algún  día crecerán alas que se parecerán a tu vuelo.

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